Una vez más el aficionado al cómic tiene a su disposición un nuevo número de la de la revista Comicguía que desde hace 33 años dirige el investigador y especialista en tebeos, el valenciano Francisco Tadeo Juan.
El cuaderno que acaba de aparecer lleva el número 75, el cual en su portada, nos muestra dos recuadros: uno con chicas de Castillo y el otro con un dibujo de El Pequeño mosquetero realizado en su día por Longarón. Dicha cubierta se completa con la figura de Wikings el héroe de una serie titulada Colección Gráfica de Aventuras que en plan serio ilustró Emilio Boix, muy conocido allá por los cuarenta, por los tebeos de Hipo, Monito y Fifi que hicieron las delicias de los peques de aquella época.
Al abrir este Comicguía nos encontramos con el escrito editorial de Tadeo -como siempre polémico y empeñado en seguir poniendo puntos sobre las íes-, que termina haciendo referencia al dibujante Rafael Méndez del que incluye un par de viñetas realizadas por él en su día. A continuación nos instruyen sobre la razón de ser de aquella Colección Gráfica de Aventuras, de la que se llegaron a publicar 6 números en formato apaisado de 16x22 al precio de 30 céntimos de entonces y que fueron editados por Marco. Seguimos abriendo páginas y nos encontramos con una nutrida colección de dibujos que dan vida a diferentes escenas en las que se representan una parte de las aventuras de Wikings, el cual, en criterio de su creador fue “un guerrero fuerte, muy diestro en el manejo de las armas y en toda clase de luchas y de gran agilidad”.
Continuamos para dar un paso más hasta toparnos con un nuevo escrito en el que Agustín Riera Torres nos explica quien fue aquel Pequeño Mosquetero, y da detalles del lugar y la época en la que se desarrollaron sus aventuras, incluyendo al tiempo, una relación completa de los personajes que acompañaron al citado héroe. Riera también nos habla de Jordi Longarón, el responsable artístico de la serie, y de la influencia que sobre él ejercieron otros profesionales de la plumilla como Alex Raymond, Boixcar, Paparella y Manuel Gago. Añade que la citada serie constó de 21 cuadernos de 17x24, que fueron publicados por Toray en 1951 con guión de Salvador Dulcet. A continuación podemos comprobar que las páginas 16 y 17 de Comicguía están dedicadas al gran Palop y, al tal vez más famoso de sus personajes Bartolo as de los vagos, del que publican una tira y la portada completa de Jaimito en la que Bartolo apareció por primera vez.
En las páginas centrales de la revista se incluyen la reproducción de algunas portadas de comics conocidos y de otras publicaciones que pesan en el mundo del tebeo. Las páginas 20 y 21 están consagradas al autor belga Didier Comes y su personaje Silencio. Siguen tres carillas, más en las que se habla del dibujante norteamericano Kenneth Bruce Bald (Ken Bald), nacido en Nueva York en 1920, que se ve acompañado de varias viñetas de algunos de sus personajes conocidos. La revista vuelve al humor patrio con una historieta completa de Agamenón, el personaje al que dio vida Nené Estivill, seguida de varios dibujos de Ortifus y uno de Medina. Las páginas 28, 29 y 30 están dedicadas a dibujantes fallecidos, y la 31, una vez más, a Manuel González Martí (Folchi) incorporando uno de sus chistes. Las dos últimas páginas interiores son para las despampanantes chicas de Carrillo que aparecen retratadas en varias excelentes viñetas. Y para acabar, la contraportada ha sido destinada al cómic foráneo, exactamente para el Sargento Rock y su “easy company”: Bulldozer, Ice cream Soldier, Zack y otros que le acompañaron en sus aventuras durante la II Guerra Mundial, creadas en 1959 por Robert Kanigher y Joe Kubert.
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